lunes, 14 de diciembre de 2009

ARTICULO EAR: De redes y sujetos...


Enseñar y aprender en redes, es un desafío ineludible para docentes hoy en día. Los alumnos de los diferentes niveles educativos son nativos digitales que interpelan a las instituciones educativas a acomodarse a las nuevas condiciones contextuales: la explosión tecnológica y la revolución en las comunicaciones. Ambas configuran subjetividades de manera diferente a las conocidas. Las escuelas se tornan cognitivamente lentas respecto de estos movimientos, pareciera que tardase en ensayar movimientos de adaptación a esas condiciones.
En nivel superior de formación docente, sobre todo, trabajar en redes se torna una alternativa viable y necesaria para incentivar en los alumnos el deseo por acercarse, reconocer y usar las redes como un recurso más, un medio más para trabajar luego con sus futuros alumnos.
Recurrir a los mails, e-learning, los blogs y weblogs, puede ser una forma de ir diseñando entramados innovadores a partir de una cátedra, de un espacio curricular para ir luego ampliando las transferencias hasta llegar a la institucionalidad.
Tal como afirma Echeverría (2000)”las redes educativas telemáticas son las nuevas unidades básicas del sistema educativo” en el llamado tercer entorno, ya que los procesos educativos incidirán en el tipo de sociedad de la información que se diseñe, por ende los modos en que aquellos se desarrollen es clave. Tres son los elementos a tener en cuenta: escenarios educativos (conocidos y nuevos o combinados), instrumentos electrónicos resignificados desde lo educativo y la formación de educadores en el área.
Así, las redes telemáticas brindan oportunidades a los estudiantes de educación superior de diversas formas: el acceso cuando la presencia física no es posible, la potenciación de operaciones mentales tales como el análisis y reelaboración, el incremento de la autonomía en la búsqueda y combinación de información. Al mismo tiempo instaura otros modos de relacionarse tanto con los otros como con el conocimiento: los límites entre el conocedor-experto-maestro y el ignorante-inexperto-alumno se desdibujan ya que ambos pueden discurrir de un lugar a otro según los diferentes momentos del proceso pedagógico. Se potencian los itinerarios y recorridos desde el lugar de construcción conjunta desafiando límites físicos y académicos.
Desde el envío de mails con documentos hasta el diseño de cursos totalmente virtuales, la educación de redes telemáticas configura el tercer entorno ya no como algo utópico sino totalmente factible y, por qué no, necesario.
En los ámbitos de la educación superior no universitaria, esa utopía va cobrando forma real al menos desde la infraestructura. El equipamiento informático, la inclusión de internet, el diseño de redes entre institutos de educación superior a nivel nacional, son algunas cuestiones que tienden a fortalecer la inclusión de redes informáticas para enseñar y aprender. La implementación de recursos hipermedia requiere del compromiso de docentes y alumnos para hacer que no solo que perduren sino además que crezcan y se enriquezcan. Asimismo, lo que seguramente coadyuva es la actitud positiva de los estudiantes frente a los mismos.
Tal como afirma Gewerc, la utilización de redes permite profundizar en los contenidos de las asignaturas e individualizar diferentes ritmos de aprendizaje y enseñanza, ambos aspectos imprescindibles a tener en cuenta cuando se diseña el material de trabajo en redes.
Por último, Rodríguez Conde, se refiere a la autoevaluación, tanto procesual como sumativa, a efectos de propiciar la autonomía de los alumnos en cuanto que puede realizar una mirada hacia su propio proceso de aprendizaje lo que es un elemento motivador junto a las devoluciones constantes de los profesores.
Educar en redes es un desafío, una necesidad y una demanda que requiere ser atendida, porque va configurando una nueva subjetividad pedagógica, un nuevo modo de concebir el proceso pedagógico, un nuevo modo de hacer educación.

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